De vuelta -x-

La gran ciudad...o al menos eso era para Aquiles, una ciudad inmensa, pocas ocasiones habia visitado aquella ciudad, por lo cual para el ciertamente era una ocasion especial, despues de todo habia sido el Coronel quien lo habia invitado a dirigirse con el a aquella agradable y pacifica ciudad. Asi fue como tras un largo viaje desde la ciudad del este, el tren arribo a la central dejando bajar a Jin Mustang, seguido de Aquiles, quien tras un tiempo trabajando con su compañero habia logrado ganarse buena confianza de este.

Aquiles bajo del tren con solo una mochila pequeña, a el no le gustaba viajar con muchas cosas y lo unico que habia traido era una muda de ropa y su uniforme por si acaso ameritaba el usarlo, la mochila era cargada por su mano izquierda mientras que con su mano derecha cargaba su espada en la funda, traia con el unas botas negras, un pantalon blanco que parecia ser jeans, una camisa sin mangas de color blanco, sus guantes habituales que le llegaban hasta la muñeca, sus lentes habituales y poco convencionales que evitaban ver sus ojos y su rasgo mas distintivo, una cruz de plata colgando a la mitad de su pecho.

Aquiles observo a su alrededor y dio un leve bostezo para despues seguir a paso lento a su compañero Jin Mustang dirijiendose a las agradables residencias que aquella ciudad tenia para ofrecer, sin duda Jin provenia de una familia acomodada, puesto que con solo hechar un vistazo a la zona donde se ubicaba podia saberse que su casa no era cualquier cosa.

-Bueno, seguro que tu familia se sorprendera de verte, esta ciudad parece bastante tranquila...que alegria-

Exclamaba con un tono despreocupado mientras seguia por detras a Jin.

Habia sido un dia tranquilo como siempre en esta pequeña ciudad con mama habiamos pasado el dia en la casa ordenamos cocinamos hicimos de todo un poco, era un dia bellicimo caluroso por con aire de viento refrescante un dia como todos jejejeje, luego de terminar la habitacion me di un baño refrescante, al terminar habia ido al pueblo a pasear un momento cerca de la estacion de trenes cuando escuche a un tumulto de personas quienes decian sobre la llegada de un alquimista estatal...

alquimista estatal?....mmmm quien podra ser alguno famoso.....

Luego segui viendo a todo a mi alrededor y los niños que jugaban alli comenzaron hablar nuevamente del recien llegado, que era fabuloso me detuve un momento a pensar de quien se podria tratar, hasta que volvi a oir a los pequeños que decian que les gustaban sus guantes rojos...

guantes rojos? alquimista estatal?.......O.O! ohhhh dios mio ya se quien es...

Comence a correr a toda velocidad hacia casa quizas si habia llegado hace mucho ya debe estar en casa me apresure en seguir corriendo por el medio del pueblo todos me quedaron observando raro pero eso ahora no me importaba neceitaba verlo necesitaba verlo, corri con todas mi fuerza y justo en el momento en que iba llegando a casa el viento levanto algo de tierra y no me dejo ver a lo que tuve que bajar la cabeza dandome con algo de frente.

auchhh mi frente mi frente auchhhhhhhh... por que no se fija por donde va no ve que estoy apurada...

Abri mis ojos y vi con quien habia chocado era con un chico de cabellos largos de color cafe y de piel morena luego de terminar de sobar mi frente lo quede viendolo si ahi estaba el me puse de pie y me lance sobre mi hermano.

¡¡JIN hermanito hermanito hermanito!! que maravilla verte, que bueno que hayas vuelto

Aquiles se encontraba caminando detras de Jin, cuando algo choco en contra suya, se giro levemente y observo alli a una jovencita muy apurada, ella simplemente parecio eludirlo y se abalanzo sobre Jin llamandolo "hermanito", Aquiles entonces dedujo por razonamiento basico que ella debia ser la hermana de la cual Jin habia referido al arribar a la ciudad.

Su aspecto fisico parecia ser mas parecido a su madre, o al menos eso le habian contado, sin embargo su actitud no era demasiado diferente de la de Jin, siempre llenos de energia sin detenerse algun momento. Como dato peculiar parecia llevar una cruz un tanto semejante a la que Aquiles cargaba consigo, sin embargo era logico que ella la usase simplemente como un adorno.

Por algunos momentos quizo presentarse, pero dadas las circustancias era mejor esperar a que Jin la saludase y despues si el lo creia necesario le presentaria ante su hermana; asi que acomodandose un poco los lentes y tomando con mas firmeza sus cosas se detuvo esperando a que Jin se dignara a decir algunas palabras, no sin antes dar un leve suspiro y observar a su alrededor.

Algunos recuerdos venian a su mente, pero no era algo para poner especial atencion, una leve brisa movia sus cabellos mientras el sol irradiaba con fuerza el entorno, la gente que casualmente pasaba por ahi les observaba con curiosidad, era de esperarse dada la fama de ambos, despues de todo ver a dos hijos del Fuhrer no era nada habitual, al menos no para personas como Aquiles y al menos en su opinion, tampoco deberia serlo para las demas personas.

Sentia los brazos de mi hermano rodar mi espalda era tan agradable volver a sentir su aroma, el olor a sus cabellos, el calor de sus brazos gentiles y llenos de seguridad me sentia muy feliz por volver a verlo... escuche sus palabras y me dio risa lo que decia acerca de darme una sorpresa a mi pero siempre yo se lo arruinaba antes.

jejejeje lo siento mucho hermanito pero sabes que jamas podras sorprenderme a mi jejejeje

Me separo de el y me quede viendo como me observaba de pies a cabeza con determinacion a veces me daba miedo tan misterio en su mirada pensativa da la sensacion de que me quiere comer, y luego de unos minutos hablo para decirme la mayor de las barbaridades que me hicieron reir mucho.

y claro que he crecido Jin o que tu que pensabas que me iba a quedar pequeña toda mi vida noooo precioso ya ves que soy todo una señorita hermosa y con bastante dotes como mama cuando tenia mi edad jejejeje

Pero lo que mas gracia me dio fue el silvido que hizo y luego reia con ganas dandole un golpe en su hombro para que no me siguiera avergonzando, se puso de pie y se volteo junto conmigo colocando sus manos sobre mis hombros y me presentaba a su acompañante con quien habia chocado momentos antes, le di un reverencia como suele hacerlo papa cada ves que viene alguien de respeto y agradecimiento.

es gusto para mi conocer al compañero de aventuras de mi hermano le pido mil disculpas por haber chocado contigo, mi familia y mi padre el Fuher Roy Mustang le agradecen su proteccion para con mi hermano ante cualquier peligro que hayan tenido.

Seguia escuchando las cosas que decia mi hermano acerca del gen sexy de la familia, el siempre haciendose el payaso con otras personas pero me agradaba su que estuviera de regreso

Tras una escena familiar entre el Coronel Jin y su hermana pequeña los presento, Aquiles unicamente realizo una cortes reverencia inclinando su cuerpo hacia adelante colocando su mano derecha en la cual portaba su espada en su pecho para con un tono de voz apasible exclamar.

-Es un gusto conocerla para mi, por favor no tiene nada que agradecer, para mi es una singular alegria poder conocer a la famosa y respetable familia Mustang,ademas, dudo mucho que su hermano necesite proteccion, pero si algun dia la necesita hare lo posible para mantenerlo a salvo, ahora, mi nombre completo es, como ya lo ha mencionado su hermano, Stefan Di Aquiles, pero por motivos que espero algun dia tener el placer de contarle, prefiero que la gente me llame Aquiles-

Una vez realizado este acto de cortesia escucho las ultimas palabras de Jin, a lo cual Aquiles respondio con un breve momento de silencio para despues exclamar.

-De ella lo entiendo...pero de ti no Mustang , recuerdo un par de ocasiones donde... -

Aquiles reacciono pues se estaba desviando demasiado del tema y se detuvo para despues esbosar una leve sonrisa en su rostro, sin duda a pesar de las apariencias Aquiles sentia la suficiente confianza en su compañero como para bromear con el sobre asuntos que sin duda alguna para el ahora Coronel de la ciudad este eran importantes.

-Ahora habra que disculparme por mi actual atuendo, pero no estoy acostumbrado a salir mucho de la ciudad del este, asi mismo no estoy demasiado acostumbrado a portar ropa civil y le pido una cortes disculpa si en algun momento llegue a interponerme en su camino, es solo que soy un poco distraido en ciudades tan elegantes como esta-

Finalizo para despues esperar a que Jin decidiera cual seria su siguiente movimiento, despues de todo Aquiles no era sino un invitado y como tal debia permanecer tranquilo y lo mas correcto posible.

-Muy bien, pero si es molestia podria quedarme en algun hotel o alguna posada, en realidad no tienes porque molestarte Jin, tamopoco quiero ser una carga para tu madre, tu hermana o tu padre...-

Exclamaba Aquiles siguiendo a su compañero Jin con un paso levemente moderado sin hacercarse mucho a el procurando dejarle espacio para andar con su pequeña hermana. Observaba a la lejania aquellas casas tan elegantes en los alrededores, algo a lo cual no estaba muy acostumbrado, aunque habia escuchado un tanto de duda en las palabras del coronel cuando hablo respecto a su padre no exclamo palabra alguna, despues de todo ser hijo del Fuher tenia muchas ventajas, pero con ello sin duda alguna venian otras grandes desventajas.

Aunque el coronel no tenia mala fama en el mundo y aunque en ciudad del este su presencia era bien recibida, a Aquiles no le cabia duda que en otros lugares del mundo sin duda a el podria clasificarsele como un "usurpador" en busqueda de el puesto de su padre, a lo cual para Aquiles era una lastima, despues de todo el coronel tenia grandes habilidades y no era una mala persona.

Sin duda esa era una de las razones por las que Aquiles hacia tiempo habia abandonado la negligencia de la vista, aunque el no estaba ciego, desde una temprana edad habia decicido vivir casi como tal, puesto que en aquel mundo de los alquimistas, abundaban los oportunistas y aquellos que ha expensas de otros se hacian fama, o que por algun motivo se dejaban guiar por las simples apariencias.

Era por ello que Aquiles preferia ver el mundo de una forma diferente, hacia ya mucho tiempo que se habia acostumbrado a ello y no le molestaba en lo mas minimo, sabia bien que su apariencia no era bien vista por muchos alquimistas, puesto que, aunque nadie se lo dijera a la cara, el tenia ciertos rasgos que no eran muy apreciados para algunas personas, comenzando con su color de piel.

Lo realmente raro en el, era que inclusive aun estando en el ejercito, nadie sabia realmente de donde venia, puesto que durante una temprana epoca se su vida, no habia registros de donde habia vivido, a lo cual se le habia asignado la ciudad del este como su ciudad natal, a traves de los años se habia mencionado que el provenia de Ishbal, aunque nadie jamas habia podido comprobar tal teoria.

En fin, mientras Aquiles pensaba en todo ello observo como poco a poco parecian hacercarse a una enorme casa lujosa, tal ves ese era su destino, o tal vez lo estaba confundiendo, fuere cual fuere la razon esperaba no toparse con el padre de Mustang, al final de cuentas, quizas por su apariencia fisica, le traeria malos recuerdos a Roy Mustang sumado al hecho de que hablar con el Fuher no era algo muy grato para Aquiles, quien no sabia como debia comportarse del todo ante una figura como la suya.